miércoles, 7 de agosto de 2013

ARROJOS

I
El otro día una mujer en su primer consulta me dice -Estoy pensando en suicidarme, se viene a mi cabeza la imagen de la película "Hombre mirando al sudeste": un paciente -que traicionó un pacto de amor y muerte con su amada cuando le fallaron las fuerzas para pegarse un tiro después de haber hecho lo propio con ella- se presenta ante el psiquiatra: "¿quién le dijo a este infeliz que yo puedo ayudarlo con su espantosa tragedia?"... piensa el psiquiatra...
¡Pero yo tengo excusa en pensar esto!: YO SOY ABOGADA!!!!
...a rigor de verdad, no es eso lo que siento...   Como abogada que soy pienso como abogada  Recuerdo sobre culturas orientales que responsabilizan de por vida a quien "salva" la vida de alguien... pero no temo por mí, temo por ella:: qué derecho tengo yo de "darle razones" a la mujer que me mira para que se quede en su infierno..?.
Pero ella me lo pide, su "confesión", entiendo, es un pedido de ayuda:
y la ayudo
....
....
O creo que la ayudo...



II
Me dijo que nunca le gustó que me pinte...
que tenia que comprarme un sombrero como el del chavo si quería tener éxito en mi misión de taparme las canas
que no le gustaba como me quedaba el protector solar
que ahora que sabía que la boina era para tapar las canas ya no tenía tanta onda
que el jean... ah! no es un jean? bueno, es una pollera, igual, las telas oscuras no me quedan bien...

Me dijo que no quería separarse de mi








III
Camino por ahi con un Sobre lleno de fotos ajenas que no se me permite devolver
Justamente anoche se me impregnó una escena, un hombre entra a la casa que había sido la conyugal, después de una dura discusión quiere romper todo, toma una silla e intenta tirarla sobre la mesa... pero no puede... entonces, embargado por la frustración, se lleva la silla con él, camina por ahi hasta llegar a un puente, intenta tirar la silla al río... tampoco puede...
entonces se sienta en la silla...
Me imagino sentada sobre el Sobre como sobre la calabaza de cenicienta comiendo una zanahoria...
pienso en mi clienta, y en los arrojos
el de la silla
el del sobre
el de la vida

Recuerdo una cita: saber a que aferrarse y a que desaferrarse, en eso radica la mayor clave en la vida

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